HIPERICUM.
Es el medicamento por excelencia para los nervios heridos ó lastimados; desde la simple punción por clavos, alfileres, astillas, mordeduras de ratas, etc., hasta las graves conmociones de la médula y del cerebro, y sobre todo de las regiones ricas en nervios sensitivos. Es para esta clase de lesiones, lo que Árnica, Hamamelis, Ruta, etc., son para las contusiones Caléndula para el tejido muscular lacerado y Staphisagria para las heridas por instrumentos agudos.