Christian Samuel Hahnemann

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¿que es la homeopatía?
Homeopatía

Nacido en 1755 en la ciudad sajona de Meissen, Christian Samuel Hahnemann es mejor conocido como el padre de la homeopatía moderna ( aunque los inicios de esta se remontan varios siglos antes de nuestra era ).

Graduado en medicina química, Hahnemann pronto se manifestó como un absoluto detractor de todo cuanto había aprendido llegando a abandonar el ejercicio de la medicina y dedicándose a la traducción de textos médicos estranjeros al alemán. Y fué precisamente uno de estos textos, el de un tal Cullen, el que le puso en el camino correcto para su posterior teoría de las similitudes, afianzada por el recuerdo de las teorías de Hipócrates.

Según las enseñanzas de esa época, la malaria se combatía eficazmente con la corteza de quina ( China officinalis ), comunmente conocida como quinina, cosa que contradecía sensiblemente con sus propias experiencias. Resuelto a demostrar el error de dicho tratamiento decide ingerir el mismo trece gramos diarios de quinina. Después de varias semanas comienza a sentir los mismos efectos que si tuviese la enfermedad. Después experimenta el mismo tratamiento con sus familiares y amigos, siempre con el mismo resultado, lo que le impulsa a ensayar nuevas drogas, primero en estado puro y luego diluidas.

Armado de estos novedosos resultados, Hahnemman publicará en 1796 su primer artículo sobre la ley de las similitudes, en el periódico Hufeland, y al mismo tiempo utiliza la palabra patogenesia para explicar su teoría. Su entusiasmo le lleva a experimentar con otras sustancias venenosas como la belladona, el acónito, el digital y el mercurio; explica todas las patogenesias y en 1810 publica la primera edición del Orgnón, el primer tratado de homeopatía clínica del mundo.

Diez años después, y con un arsenal de experiencias positivas a su haber, Hahnemman publica la Materia médica pura, en el cual habla de todas sus teorías, de sus sesenta y siete remedios concretos y de los experimentos clínicos llevados con toda rigurosidad en sus familiares, amigos y hasta en él mismo.

Em 1828 publica cinco tratados nuevos, cada vez más complejos y alejados de la medicina oficial, y en ellos habla de recidivas mórbicas, la teoría diastésica, el terreno mórbido y la necesidad de individualiazar totalmente los tratamientos, incluso ante una misma enfermedad. Aún más: el mismo individuo, con la misma enfermedad, requerirá un tratamiento diferente si cambian en su vida el lugar, las circunstancias ambientales y por cierto el momento.

Todo esto le lleva a revisr su primitivo Organón en 1842 y recomienda incluso trabajar con diluciones cincuentamilesimales, lo que posteriormente se demostraría como errado. Hahnemann llegó a pensar que no existía límite para las diluciones, siempre y cuando se realizara una cuidadosa sucusión del recipiente en cada fase. Con ello pretendía evitar cualquier efecto tóxico y emplearlas en los padecimientos psíquicos. Pero sus condiscípulos no estaban de acuerdo y se limitaron a trabajar con las diluciones decimales o centesimales, no pasando generalmente de la 30DH o CH.

Hahnemann nunca permitió aislar el cuerpo de su mente y de su espíritu, y esta trilogía de la personalidad humana debía tratarse si es que se quería verdaderamente curar al individuo por completo. La enfermedad, añadía, no era sino una desarmonía en el conjunto y no un solo órgano el afectado, llegando a considerar a los microbios mas bién como señales de alarma que como enemigos de la salud, por lo que había que combatirlos con las propias defensas orgánicas y nunca con antibióticos.

Fuertemente criticado por los farmacéuticos de su época, llegó a vivir casi como un recluso en la ciudad de Kothen, centrándose exclusivamente en su consulta, la cual le permitió vivir económicamente con dignidad, trasladándola posteriormente a París, en donde le reconocieron sus méritos. Allí acudieron gente de todo el mundo, banqueros, personajes de la artistocracia, aunque nunca olvidó su humilde origen como hijo de un modesto decorador de piezas de porcelana y abrió una consulta dedicda exclusivamente a la gente pobre.

Murió a la edad de los ochenta y ocho años, en una época donde la esperanza de vida apenas superaba los cincuenta años.