Ha llegado a mis manos un libro muy interesante llamado la biopatia del cáncer de Wilhelm Reich.
Quiero destacar algunos párrafos que me han llamado la atención y me gustaría compartir con vosotros.
Habla sabiamente de que el tumor es tan sólo un síntoma visible de la enfermedad que llamamos cáncer. Por eso el tratamiento local del tumor maligno, sea por cirugía o por aplicación de radioterapia o quimioterapia, no ataca al cáncer como tal sino a uno de sus síntomas visibles.
Tampoco la muerte por cáncer puede atribuirse a la presencia de uno o varios tumores; más bien es el resultado final de una enfermedad biológica sistémica.
La falta de actividad sexual unida a una excitación y deseo no satisfecho, provocan una contractura continua que de forma crónica y a lo largo de los años llevan a una disfunción orgánica que deriva en cáncer.
En la naturaleza el movimiento siempre este inspiración expiración, contracción relajación, es como un latido, como latido vital. Es un pulso el pulso de todos nuestros órganos.
Según Reich: En realidad, la responsable de esta ceguera es toda nuestra visión del mundo: nuestro moralismo, la deformación sexual de nuestros niños y de nuestros jóvenes, los prejuicios moralistas de la medicina y la pedagogía; en una palabra: nuestra ceguera ante la vida y nuestro miedo a la misma, Esa ceguera y ese miedo que se van trasmitiendo desde hace varios milenios, de generación en generación.
Hemos convertido la función más importante de la vida en algo ilegal, la hemos rotulado de pecaminosa y hasta discriminar, y la hemos negado toda protección social. Y por añadidura, hemos tolerado y seguimos tolerando al enemigo mortal de la vida erótica natural de la infancia: la pornografía, la chismografía sexual, las leyes medievales respecto al sexo. Seguimos tolerando que mentes sucias sigan determinando como hemos de educar a nuestros hijos y a quien debemos amar y abrazar. Hemos perdido la confianza en las leyes naturales de la vida y ahora estamos experimentando las consecuencias.
El cáncer de los órganos genitales y de las mamás es muchísimo más frecuente que cáncer de otros órganos. Esto demuestra con toda claridad la naturaleza sexual biopatica del cáncer.
Si ligamos este hecho con que el predominio de la frigidez sexual entre las mujeres, comprenderemos que las estadísticas sobre cáncer no hacen más que confirmar lo que la práctica clínica de la economía sexual nos viene demostrando desde hace mucho tiempo respecto los trastornos de las funciones sexuales. La afección cancerosa local es un fenómeno resultante de la economía sexual transtornado del organismo. Por eso, una campaña radical contra el cáncer exige un cambio radical en la higiene sexual de la población.
El incremento de las biopatias es pues la simple expresión tenga discrepancia entre el ansia de vida sexual y la incapacidad de concretarla. El ansia de vivir se ha desarrollado una manera descomunal; la capacidad de la vida, la potencia sexual, la capacidad responsabilidad etc. en cambio no ha progresado. La solución no consiste en reducir nada nuevamente la voluntad de vivir, sino en crear una capacidad estructural de vida en el organismo humano esté de acuerdo con las exigencias de la vida. Esa misión es esencialmente educativa y social.
Para mi y mi aprendizaje personal :
Relaciones sanas y saludables. Deseos sanos y saludables. Deseos satisfechos. Sin miedo, sin temor, dejar libre al cuerpo.
Expresar tu movimiento tu pulso, contracción y relajación.
La revolución de la expresión y la libertad de vivir el deseo natural sin moralinas.
Libre, con consciencia … Sabiendo lo te quieres y deseas.