Es uno de los principales y más Utilizados medicamentos, casi "por rutina", en las helmintiasis intestinales, y su indicación surge con gran frecuencia por la notable similitud de sus síntomas patogenéticos con los producidos por estas parasitosis, comenzando por el cuadro mental (ver 1 a 4) y siguiendo con prurito nasal y anal (con deseos de frotarse y rascarse continuamente), sueño inquieto con rechinamiento de dientes, hambre canina, espasmos y convulsiones, etc. No solo produce la muerte y expulsión de los parásitos, especialmente ascaris lumbricoides y oxiurus vermicularis, sino que alivia y hace desaparecer los síntomas por ellos provocados. Muchos autores aconsejan dar una sola dosis a la 200ª como la más eficaz, o más altas
(+++) El niño es muy irritable, caprichoso, atravesado, terco. Grita, tira con lo que tiene a mano. Pide o quiere cosas, con gran inquietud y cuando se cas dan o las tiene, las rechaza, las tira; no sabe lo que quiere. No hay niño más despreciable. Siempre está disconforme; nada le agrada mucho tiempo. Insoportable, siempre de malhumor, no tolera que lo contradigan.
El niño no tolera que lo toquen ni que se le acerquen, ni que lo acaricien (es insensible a las caricias) ni que lo miren. Se agrava si lo reprenden o castigan (convulsiones).
Hambre exagerada, voraz, insaciable (bulimia), aun muy poco después de haber comido o enseguida de vomitar o en momentos no habituales o antes o durante una fiebre intermitente o antes del escalofrío. Hambre voraz con gran adelgazamiento. Hambre de noche en niños. Alterna bulimia con anorexia. Vómitos o diarrea enseguida de comer o beber. Vómitos biliosos, mucosos o de ascaris u oxiurus. Vomita durante la fiebre, con lengua limpia. Hipo.